El día 29 de Noviembre del 2008 salimos a las 6:00  A. M, cuatro primos, Diego, Bacho, Jorge y quien escribe con la ilusión de cruzarnos con la sombra de  un pasado lejano. Salimos a batallar contra el olvido, contra la indiferencia. Salimos a buscar las huellas que dieran cuenta que por allí había pasado un valiente, un inquebrantable, un hombre que se jugó hasta la sangre por su patria: hablo del Teniente Coronel don Francisco del Prado.
Llegamos a mediodía a Venado Tuerto y allí nos recibió en primer lugar un primo desconocido para nosotros pero que sabíamos de su existencia: Francisco Giulietti del Prado. Con el nos adelantamos hasta la casa del historiador Dr. Roberto Landaburu, en cuya compañía disfrutamos nuestra recorrida por el museo local y del almuerzo respectivo. 


          
 De der. a Izq.: Diego Peirano, Roberto Landaburu, Guillermo  Peirano, Jorge Cusatti y Francisco Giulietti del Prado.

También Margo Larraburu, directora del Museo, nos ofreció una cordial bienvenida y las explicaciones pertinetes sobre los elementos con que cuenta el museo. Nosotros nos comprometimos a ofrecer lo poco que poseemos del  Comandate, (pinturas, fotos, medallas) pero también lo mejor del comandante: su descendencia. 


        

Por la tarde, dada la intensa lluvia que había descendico la noche anterior sobre el sur santafecino, no pudimos visitar los lugares donde el comandante estableciera, hace 150 años, el fuerte del Hinojo, entre otros.
Visitamos el mangrullo histórico de Melincué, desde donde el Teniente Coronel del Prado defendió a los habitantes del sur santafecino del cuatrerismo, secuestros y violaciones hechas por las hordas del enemigo indígena. Pasamos seguidamente, ya por la tarde,  a visitar a Norma y Vilma del Prado, y por la tarde Francisco G. d.P. nos llevó al campo donde nos bañamos en un tanque australiano y nos devoramos un exquisito asado preparado por Francisco.